Lleno de palabras.
Lleno de palabras estoy.
No se las digo a nadie no.
Es que no me salen.
Son muchas.
Se me trancan.
Aquí.
Para decirlas tendría que ordenarlas, yo qué sé, ver primero cuáles son para dejarlas salir.
Por las dudas.
Pero son muchas y están tan desordenadas que no sé por dónde empezar.
Y no me digas que por algo se empieza. ¿Y si empiezo mal?
Para vos es fácil. Sos el que escucha. Pero para mí es jodido. Soy el que tiene que hablar.
Y no me vengas con que estoy hablando ahora, porque vos sabés que no me refiero a eso, a estas palabras de todos los días, las de hablar.
Vos sabés bien de qué palabras se trata.
De las otras.
No las de decir.
Las de nombrar.
Nombrar en serio.
Nombrar sin dudas y sin adornos.
Y yo no puedo.
Se me fueron quedando adentro los nombres puros de las cosas.
Atrás de la lengua.
Nombrar.
Nombrar una sola cosa con su nombre justo.
Suficiente para mi.
Pero no puedo.
Hoy no.
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on miércoles, julio 02, 2008
at 6:47
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